Cercana la fecha de la reversión, la Troco anunció en el mes de agosto la necesidad de licenciar personal de perforación, aduciendo que la producción de los pozos se agotaba. Se hicieron algunos despidos y tras una serie de desmanes, que mostraban el descontento de los trabajadores con la conducción de tan delicado problema, estalló una huelga de 55 días en enero de 1948 que fue declarada legal por el Juez del Trabajo de Barrancabermeja. La huelga buscaba la estabilidad laboral, el reintegro de 107 trabajadores despedidos y la suspensión de los traslados.
